Cuando se está en el área de emergencias cada segundo cuenta. Existen pacientes con condiciones específicas que dificultan la aplicación de tratamientos para la reanimación.
En muchas ocasiones establecer un adecuado acceso vascular en un paciente crítico es tan importante como los otros principios básicos de atención al paciente.
Cuando la vía periférica se hace inaccesible o la demora en conseguir un acceso periférico supone pérdida de tiempo y recursos, es recomendable establecer un acceso intraóseo (IO), sobre todo en el ámbito de las urgencias, ya que la médula ósea no se colapsa, pudiendo administrar cualquier fármaco, sangre o líquido con dosis idénticas a las que utilizamos en la vía venosa.
Existen varios casos en donde tener esta opción disponible toma relevancia para lograr salvar la vida de un paciente, estos casos son los siguientes:
a) Pacientes con los que no hay posibilidad de obtener acceso venoso por colapso circulatorio, bien sea de origen médico o traumático.
b) Grandes quemados, pacientes en estado de shock que precisen RCP, casos que presentan edemas severos, politraumatizados graves o con hipovolemia.
Las probabilidades de convertirte en un héroe al salvar la vida de un paciente crítico en el área de emergencias aumentan si cuentas con la opción de colocar un acceso IO, ya que representa una alternativa valiosa cuando el acceso intravenoso urgente es fallido y no se dispone mucho tiempo para estabilizar al paciente.
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